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11 junio, 2012

A´nena Chell´pueth: El Vuelo de la mariposa como nuevo negocio eco-etnosostenible

La crianza de las mariposas como nuevo negocio eco-etnosostenible, propuesto por la comunidad nativa Yánesha Alto Yurinaki.

Vino con el orgullo propio que le da la juventud, pero con la sabiduría de su pueblo contenida en él. Usa las herramientas adquiridas en la universidad en aquello que, de seguro, considera muy importante, el apoyo y el aporte a su comunidad y su pueblo.

Se llama Beni Dionisio, perteneciente al pueblo Yánesha. Es Ingeniero Forestal de la Universidad Nacional Agraria de la Selva y presidente de la asociación civil ATZNE (sol en Yánesha), organización integrada únicamente por jóvenes profesionales indígenas y que en el marco del Foro Regional Yánesha Asháninka, realizado a inicios de junio, vino a presentar su proyecto para el aprovechamiento sostenible de la población de mariposas en la comunidad nativa Yánesha Alto Yurinaki, quienes actualmente cuentan con 15 zoocriaderos de mariposas.

“Durante dos años estuvimos trabajando duro desde la labor de instalación, partiendo desde cero, pero hemos evaluado conscientemente el potencial de este proyecto en nuestra comunidad y ahora les hablare no sólo lo bueno, si no también lo difícil que es” advirtió Beni, con una confianza y convicción envidiable, recalando permanentemente la capacitación técnica desde el inicio a los profesionales Yáneshas.

Su intervención fue una bocanada de aire fresco en este encuentro. El clamor de algunos líderes amazónicos, de jóvenes profesionales que se quedaran en sus comunidades y trabajaran por su pueblo, parecía ser escuchado.

Beni es parte de la nueva generación de jóvenes Yáneshas que, impulsados por los propios maestros, padres y por las necesidades que fueron en búsqueda de la educación superior anteriormente negada; conscientes de su rol, fortalecidos con un reimpulso de su identidad y el compromiso de retorno, comenzaron a ver formas eco-sostenibles para producción en sus comunidades.

Beni tal vez aún no es consciente de que su proyecto está rompiendo la hegemonía de una economía netamente extractivista dentro de su comunidad. Él señaló que la juventud estaba cansada de sembrar café y cacao, viendo que en su circuito de economía comunal aún se respira pobreza y asistencialismo. Con ideas nuevas y con “hermanos Yáneshas comprometidos” emprendieron el difícil camino de “sembrar mariposas” en su pueblo. Buscaron financiamiento pero encontraron apoyo con respeto gracias al carácter colectivo de esta nueva hornada de profesionales indígenas. Para más información sobre este proyecto visite: www.mariposasyanesha.com

Encontraron muchas trabas, pero grandes satisfacciones. Aprender la secuencia biológica de un ser vivo es toda una odisea, adicionalmente a su enfrentamiento a toda una secuencia legal al proceso de exportación. Tener las primeras mariposas fue como un respiro a todo el proceso tortuoso de enfrentarse a las contingencias económicas y a sus propios miedos. Ahora ya tienen una cadena de productores Yáneshas que enseñan a universitarios de otras comunidades, provincias y capitalinos.

Beni y los hermanos Yáneshas tal vez apuestan por un camino arriesgado en tiempos de economías extractivistas y antiecológicas, pero al fin al cabo es su propio camino que tiene que recorrer para aprender.

El Foro Regional Yánesha Asháninka de la Selva Central “Participación Indígena en la Gestión de los Bosques Frente al Cambio Climático” se realizó en Iscozacín (provincia de Oxapampa, región Pasco) del 31 mayo al 02 junio, bajo la organización de CHIRAPAQ, la Federación de Comunidades Nativas Yánesha FECONAYA y el Instituto del Bien Común con el apoyo de NORAD y TEBTEBBA.

(Fotos: proyecto mariposas Yánesha, CHIRAPAQ).