Experiencia de CHIRAPAQ para promover los derechos económicos de la mujer indígena fue incluida en reporte de ONU Mujeres.
Una experiencia promovida por CHIRAPAQ, Centro de Culturas Indígenas del Perú, ha sido incluida en el Informe Anual 2015 del Fondo para la Igualdad de Género de ONU Mujeres. Este documento reúne la información de 53 programas desarrollados por organizaciones de la sociedad civil de todo el mundo a favor del empoderamiento político y económico de las mujeres.
Se trata del testimonio de Cira Huancahuari, indígena quechua del centro poblado Patachana, distrito de Laramate, región Ayacucho. Ella pertenece a la Organización de Mujeres Indígenas de Laramate (OMIL), quienes recibiron asistencia técnica y asesoría en negocios para industrializar los productos lácteos que elaboran de manera cooperativa.
A continuación, puede leer el testimonio de la señora Cira en castellano:
Años atrás, en un pueblo remoto de la región andina de Ayacucho, Cira Huancahuari, mujer indígena quechua de 65 años, aprendió a producir queso y yogur para alimentar a sus 13 hijos. Hoy en día, es dueña de un negocio local de productos lácteos. A través del apoyo de CHIRAPAQ, Centro de Culturas Indígenas del Perú, su negocio ha crecido. De un taller artesanal ha pasado a ser una gran productora industrial.
“Nos dimos cuenta que haciendo queso de manera individual, cada una de nosotras no iba a llegar muy lejos”, dice la Sra. Huancahuari, refiriéndose a las mujeres que trabajan con ella. “Con alegría y orgullo hemos comenzado a posicionar nuestros quesos y nuestra marca de yogur Sanqui”. En dos años, un producto más competitivo y de alta calidad ha permitido a las mujeres trabajadoras subir los precios, alcanzar nuevos mercados y ganar renovado respeto por su éxito.
“Ahora la gente de Laramate y los visitantes solo buscan los quesos y yogures que hacemos nosotras, y no otras marcas,” explicó, con orgullo, la Sra. Huancahuari.
Las mujeres han aprendido a plantar vegetales tradicionales que ya no eran cultivados, pero son más nutritivos y resistentes al cambio climático. Esta práctica ha mejorado la seguridad alimentaria y traído mayor diversidad a los mercados locales. La primera cosecha de las nuevas papas fue uno de los atractivos de una feria regional en Lima. “(Participar) fue una experiencia que me dio la confianza para pensar en grande”, dijo la Sra. Huancahuari. “Nunca antes hemos tenido ese tipo de ganancia”.
El programa de CHIRAPAQ también mejoró los medios de vida de 400 mujeres indígenas en Argentina, Brasil y Guatemala. “Recibiendo mayor apoyo, con la asistencia técnica apropiada y asesoría en negocios, las mujeres indígenas pueden generar ingresos sostenibles, y no sólo retornos minúsculos”, dice Tarcila Rivera Zea, lideresa quechua y presidenta de CHIRAPAQ. “La visión de esta iniciativa debería inspirar una inversión significativa, para que tenga un mayor efecto multiplicador.