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17 febrero, 2015

Don Máximo, seguirás vivo en el Carnaval de Ishua

El cultor del violín ayacuchano, Máximo Damián, partió de este mundo. Desde CHIRAPAQ, rendimos tributo a su legado.

El cultor del violín ayacuchano, Máximo Damián, partió de este mundo. Desde CHIRAPAQ, rendimos tributo a su legado.

Máximo Damián Huamaní, nos dejó a los 79 años. Partió en silencio, esperando un mejor trato y un espacio dentro del sistema de salud para tratar su enfermedad. Partió cuarenta y seis años después al encuentro de su amigo José María Arguedas y ambos ahora se conjugan como parte de nuestra historia y cultura indígena.

Su originalidad y al mismo tiempo apego a las tradiciones de interpretación y esencia de la música indígena lo convirtieron en un puente que escenificaba y recreaba en la urbe el sentir de los pueblos y comunidades ayacuchanas, sus fiestas y celebraciones, que eran otras formas de seguir siendo en un medio hostil a toda forma de ser original, de ser diferente.

Don Máximo parte y con él se va cerrando un ciclo, una etapa en la conformación de nuestra identidad integrada por intérpretes que trasladaron a la urbe los ritmos y melodías propias de sus regiones como soporte, nexo y arraigo subconsciente a la comunidad, y sobre la cual las nuevas generaciones se han ramificado en múltiples expresiones musicales.

En el reciente documental ‘Sigo Siendo’, Don Máximo llega al Carmen, en Chincha, para acompañar con su violín al Atajo de Negritos, en lugar del desaparecido Amador Ballumbrosio. No llega a ocupar su lugar, sino a hermanarse, a sentir y rendir homenaje a la virgen y el niño Jesús.

De su violín brotas la notas propias de este ritmo afroperuano que podría ser también la magnífica representación de la metáfora del encuentro de zorros que sirviera de inspiración para la novela de José María Arguedas, ‘El Zorro de Arriba y el Zorro de Abajo’ y que le fuera dedicada a él, un encuentro de mundos y culturas guiados por un solo sentir.

La familia de CHIRAPAQ, Centro de Culturas Indígenas del Perú, tuvo el privilegio de compartir en múltiples ocasiones la destreza musical de este maestro a través de los espacios culturales, encuentros y foro públicos que promovemos sobre la afirmación de la identidad cultural y el reconocimiento de los derechos de nuestros pueblos.

Don Máximo partió para seguir siendo, y lo será, y nosotros y nosotras lo seremos, encontrándonos en nuestras raíces y la originalidad de nuestros pueblos y culturas, trascendiendo hacia el respeto mutuo en esa diversidad.

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