Alrededor de 1,600 familias se encuentran aisladas y aún no reciben ayuda humanitaria.
Desde Varsovia, indígenas piden a gobiernos comprometerse con Fondo Verde Climático de la ONU.
En las islas Calamianes, un popular destino turístico, las comunidades indígenas aún no reciben ayuda humanitaria. Aislados y enfrentando una posible hambruna, han hecho un llamado pidiendo botes inflables que les permitan salir a buscar suministros básicos como arroz y gasolina.
Los indígenas Tagbanua, que habitan estas islas, viven de la agricultura, la pesca y el intercambio de productos. También del bosque de donde obtienen su vestimenta, vivienda y alimento. Al habitar en comunidades de difícil acceso, la vida de los indígenas damnificados por el tifón se encuentra en peligro.
La Asociación Filipina para el Desarrollo Intercultural (Pafid), alertó que la ayuda humanitaria se estaría concentrando en la ciudad de Tacloban, la cual recibió la mayor parte de los daños como consecuencia del tifón y tiene una mayor población.
La situación fue corroborado por el Programa Integrado de Desarrollo para los Pueblos Indígenas en Tagalog del Sur (IDPIP-ST), cuyo coordinador, Luz Brozula, señaló que “algunos de los paquetes de alimentos que se han distribuido se concentran principalmente en los centros de evacuación de ciudades populosas como Tacloban y no llegan a las comunidades indígenas del interior”.
La tragedia se desató en medio de la realización de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP19) que concluye hoy en Varsovia, Polonia.
La lideresa indígena filipina, Victoria Tauli-Corpuz, instó a los gobiernos, particularmente aquellos en países desarrollados, a hacer recortes drásticos en sus emisiones de efecto invernadero y apoyar la consolidación del Fondo Verde Climático (GCF por sus siglas en inglés).
El Fondo se concibió como un mecanismo para transferir dinero desde los países desarrollados a los países en vías de desarrollo para ayudarlos en implementar las prácticas de adaptación y mitigación para combatir el cambio climático.
La también presidenta de la asociación Tebtebba señaló, queda poco tiempo para actuar frente al cambio climático y que son los pueblos indígenas quienes se verán seriamente afectados.
“Instamos a los gobiernos comprometerse con el GCF y apoyar nuestro llamamiento para recaudar fondos y dar asistencia directa a nuestras comunidades devastadas”, demandó.
Tebtebba y CHIRAPAQ, Centro de Culturas Indígenas del Perú, son aliados en la lucha por dar a conocer el impacto que el cambio climático tiene en los pueblos indígenas y a potencializar las soluciones que poseen para enfrentarlo, desde su conocimiento ancestral.
Foto: REUTERS / Erik de Castro (referencial).