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14 septiembre, 2012

Indígenas de fronteras

Los impactos de la colonialización vista por las mujeres Lipan Apache en la frontera México-Texas.

Los impactos de la colonialización vista por las mujeres Lipan Apache en la frontera México-Texas.

Nombre Margo Tamez
Edad 50 años
Pueblo Lipan Apache
Comunidad La Encantada-Ranchito El Calaboz ranchería, en la frontera entre México-Texas.
Organización Lipan Apache Women Defense (LAW-Defense).
Académica Profesora de la Universidad de la Columbia Británica Okanagan en Canadá.
Mujer de lucha Ha contribuido significativamente en dar a conocer la situación de las mujeres indígenas en la frontera, enfocándose en el impacto de la militarización y el colonialismo.

La organización Defensa de las Mujeres Lipan Apache presentó, en Mayo, un informe ante el Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial CERD, sobre el muro fronterizo entre México y Texas. Ellas solicitaron a esta instancia de la ONU el emitir una alerta temprana por las continuas violaciones a los derechos humanos cometidos por los Estados Unidos contra los pueblos indígenas y los latinos pobres a raíz de esta construcción. Entre los atropellos cometidos, el reporte consignaba el uso desproporcional de la fuerza armada y la expropiación forzada de territorios indígenas.

No era la primera vez. En 2008 la Comisión Interamericana de Derechos Humanos convocó a una audiencia sobre el muro. En esa ocasión Margo Tamez, relató como su construcción afectó la autonomía del pueblo Lipan Apache para movilizarse dentro de su propio territorio y acceder a sus sitios sagrados.

Tamez es hija de Eloisa Garcia, reconocida lideresa indígena de ascendencia Lipan Apache, Nahua y española. Ella ha mantenido una serie de demandas contra el Gobierno de Estados Unidos sobre el muro que dividió a la mitad el territorio ancestral de su pueblo. Junto con su madre, Tamez impulsó una serie de acciones judiciales nacionales e internacionales, para detener sus impactos y dar a conocer al mundo la situación de las mujeres indígenas en la frontera.

Ella visitó Lima-Perú, como delegada de la Red Xicana Indígena, durante una jornada que sostuvo el Enlace Continental de Mujeres Indígenas de las Américas ECMIA en esta ciudad.

Háblenos acerca de su pueblo.

Los Lipan Apache somos gente de clanes. Parte de mi familia pertenece a los Konitsaii Nde’ (Gente de agua grande), que se establecieron a lo largo del Río Grande. Los afluentes mexicanos, como el Río Conchos o el Río Santa Catarina, son una rama de aguas hermanas, conectadas entre sí. De este modo es que como nosotros identificamos nuestro territorio. Porque tenemos ceremonias, sitios sagrados y una historia presente en estas tierra y aguas.

La idea de establecer fronteras en medio del río no provino de nosotros. Esta es una concepción de occidente que asumimos como normal. Y es que tradicionalmente siempre hemos cruzado estas aguas. Tenemos familias y comunidades en ambas riberas del Río Grande, tanto en México como en Texas.

Por ello trabajamos con nuestros mayores y jefes para comprender cual fue el uso tradicional del agua, entendiéndola como un derecho humano y un derecho cultural y deconstruyendo al mismo tiempo las fronteras mentales y físicas establecidas.

¿A qué se refiere cuando habla sobre la militarización de los territorios indígenas?

Cuando se habla de militarización la gente piensa en lo más obvio. La militarización de Estados Unidos en Afganistán, por ejemplo. Todos manejamos este concepto porque somos bombardeados a través de los medios de comunicación. Sabemos como se ve.

La militarización es un proceso a través del cual un Estado se prepara para ir a la guerra. Es una ideología que se refleja en los discursos y las acciones. Cuando hablamos de militarización interna, se piensa inmediatamente en Colombia o Sudáfrica. Pero si decimos que esto ocurre hoy en Canadá y Estados Unidos nadie lo comprende. Y es que no necesitas visitar la frontera entre Israel y Palestina para verlo. Basta con ir a la frontera entre México y Texas para entender lo que es una ocupación.

Estados Unidos construyó un muro de metal de 5 metros de altura en su frontera con México. Entre las administraciones de George Bush y Obama, ha movilizado más de 65 mil tropas de la Guardia Nacional a esta frontera. Mientras tanto México envió más de 100 mil a El Paso y Juárez. Además esta la Policía de Frontera, que por supuesto esta armada. Ellos tienen sus orígenes en los Texas Rangers, quienes gestaron una operación militar ilegal para apropiarse de nuestros territorios.

Esto es un proceso lento y progresivo para ir a la guerra. Una guerra con muchos discursos ideológicos alrededor. Algunos lo llaman guerra contra las drogas o contra el terror. Lo cierto es que el gobierno esta gestando toda una ideología en la que el enemigo es el migrante, el mexicano, el indígena.

¿Y cómo romper con cientos de años de colonialización?

Nuestra organización se llama Defensa de las Mujeres Lipan Apache. Esta defensa la realizamos no solo en el marco legal que nos ofrecen las cortes de los colonializadores.

Nosotros entendemos como “ley” a las formas que tenían nuestras madres para conocer el mundo: nuestro idioma originario, pensamiento, sistemas de gobernanza, de autoridades, de conocer el espíritu de nuestra tierra, de nuestros ancestros. Esto esta en mis huesos, en mi cabello, en mis sueños. Sin embargo nuestra propia gente aprendió a estar avergonzada de su cultura a consecuencia de haber sido formados bajo el esquema del colonializador.

Nos enfocamos en la descolonialización, revitalizando el espíritu, poder y belleza y la necesidad del modo indígena. Creemos que nuestros pueblos tienen algo increíble que ofrecer a la humanidad. Esa es una filosofía, de reconocer y confrontar el colonialismo, y de enfrentarlo en cada espacio de la vida: en la destrucción de nuestras tierras, la corrupción de nuestros líderes, de nuestras formas de vida, y la confusión y distorsión de quiénes somos como pueblo.

¿Cómo afecta esto a la mujer indígena en particular?

Al recopilar la historia oral de nuestro pueblo, la documentación existente, y haciendo un mapeo sobre nuestros cementerios, hemos comprendido el rol de las mujeres en la defensa del territorio. Por ejemplo, cuando un hombre buscaba conformar una familia él era quien se trasladaba a otra comunidad. Había un balance, un intercambio, pero las mujeres permanecían en su territorio Cuando se crearon las fronteras las mujeres indígenas fueron aniquiladas. Mi bisabuela era tan solo una niña cuando se produjo la matanza de El Molino en la frontera de México y Texas en 1873.

Aún persiste el impacto mental, emocional y físico de esta colonialización y del racismo estructural. Cuando las mujeres empiezan a verlo en su extensión global y luego a comprender más profundamente su realidad, los sentimientos encontrados empiezan a emerger y desbordar. En comunidades tan agredidas como las nuestras esto despierta una serie de procesos.

¿Y qué ocurre con las mujeres indígenas migrantes que cruzan la frontera?

Para las mujeres indígenas provenientes de México y Guatemala que viven en la frontera, la situación es grave y en muchos casos mortal. Lo más difundido son los numerosos casos de feminicidios en Juárez.

Hay académicas indígenas como Shanon Speed y Cynthia Bejarano, que han dado a conocer también las violaciones que sufren no solo desde que cruzan la frontera, o son captadas como esclavas sexuales. También las que persisten dentro de los centros de detención del gobierno. Las que logran salir tampoco cuentan con ningún apoyo, por lo que muchas veces son capturadas nuevamente por las redes de tráfico de personas. Todo esto no es más que una respuesta irracional para justificar el exterminio del otro.

Foto: Lipan Apache Women Defense (arriba).

Margo Tamez. Académica, Lipan Apache y activista por los derechos de las mujeres indígenas en zona de frontera.

 

*CHIRAPAQ no se hace responsable por las opiniones vertidas en este espacio.