Señalan que biodiversidad del mundo estaría en riesgo de no incluirse derechos indígenas en Acuerdo de París.
Tarcila Rivera Zea, es una mujer indígena proveniente de Ayacucho, una de las regiones más pobres en los Andes del Perú. La semana pasada, mientras los Estados debatían el próximo Acuerdo de París en la cumbre de cambio climático COP21, Ayacucho era abatido por una fuerte granizada que destruyó cerca de 300 hectáreas de papa, fuente de subsistencia de más de 100 familias Quechuas.
De acuerdo a Rivera, con la destrucción de estos cultivos las comunidades no solo han perdido su producción de alimentos para los próximos seis meses, sino la posibilidad de preservar la semilla para la siguiente temporada de siembra. “El aumento de la frecuencia y la intensidad de estos desastres climáticos, ponen en riesgo la subsistencia, no solo de los hombres y mujeres que habitan estas montañas, sino de las más de 200 variedades de papas, maíces y frijoles multicolores, de alto valor nutritivo, que podrían ayudar a la humanidad a erradicar el hambre y la desnutrición en el mundo”, explicó.
Hoy convertida en una lideresa reconocida a nivel mundial, Rivera ha llegado a París con la esperanza de que los Estados adopten el saber tradicional de los pueblos indígenas en el desarrollo de estrategias para adaptarse y mitigar el cambio climático. Sin embargo, los ideales por los que aboga Rivera parecen derrumbarse ante la posición asumida por países desarrollados como Noruega y los Estados Unidos, que se resistieron a incluir en el borrador –aprobado este sábado- un compromiso expreso para respetar los derechos de pueblos indígenas. Así, pueblos como los de Rivera, pese a ser los que más sufren los impactos del cambio climático, serían además los grandes excluidos del Acuerdo de París.
El Caucus Internacional de los Pueblos Indígenas (IIPFCC), compuesto por las siete regiones culturales del mundo que están participando en las negociaciones de París, realizaron el pasado viernes una protesta pública debido a lo que consideran una “traición” de parte de los países más contaminantes del planeta.
La Alianza Global de los Pueblos Indígenas sobre el Cambio Climático, los Bosques y el Desarrollo Sostenible, una coalición integrada por 18 organizaciones indígenas de 13 países de América Latina, África y Asia, han solicitado a países como Filipinas y México que presionen a los demás Estados para mantener la mención a los derechos de los pueblos indígenas en el Artículo 2 del texto en debate. Esta sección sería clave ya que establece los principios básicos que deben guiar la realización de los fines del Acuerdo de París.
“Afortunadamente esto permanece en el Anexo, y ello permitiría que nuestros derechos básicos aún puedan regresar al Artículo 2, de ser esta la voluntad política de los Estados”, señaló su vocero, Joseph Ole Simel, indígena del pueblo Masái de Kenia y presidente de la Organización Pastoralista Mainyoito de Desarrollo Integrado, MPIDO.
De acuerdo a Ole Simel, si bien los indígenas consideran un avance haber sido considerados en algunas secciones de este documento, aún creen firmemente que sin una mención específica en el Artículo 2, estarían expuestos a que se desarrollen proyectos de mitigación en sus territorios, que pondrían en riesgo sus formas de vida y la soberanía sobre sus territorios.
En Kenia, señaló Ole Simel, la creación de parques nacionales y reservas naturales, de forma inconsulta con los indígenas, ha provocado conflictos territoriales entre pueblos y el desplazamiento de cientos de familias, que perdieron su derecho ancestral a acceder a tierra de pastura, y por ende, a mantener la forma de vida tradicional de los Masai. De no conseguir un compromiso concreto de parte de los Estados, manifiesta Ole Simel, «estaríamos reforzando un sistema que continúa discriminando a los pueblos indígenas”.
Por su parte, la Relatora Especial de Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas, Victoria Tauli-Corpuz, señaló que en caso los derechos de los indígenas sean finalmente obviados del Acuerdo de París, los países “habrán destruido cualquier intención real de mitigar el cambio climático”.
“Es lamentable que países conocidos por promover los derechos humanos y la promoción de los ideales democráticos en todo el mundo estén presionando a un grupo se naciones -según se reporta-para retirar del texto de negociación un lenguaje que comprometa a los países a respetar los derechos de los pueblos indígenas en la implementación de planes para hacer frente al cambio climático”, manifestó.
Para la Relatora, la falta de protección de los derechos de los pueblos indígenas en el acuerdo final solo llevará a la destrucción de los bosques y otros ecosistemas manejados desde tiempos inmemoriales por los pueblos indígenas.
Entretanto, los miembros de esta alianza indígena se preparan para enfrentar el peor escenario al término de la COP21. “Aunque no nos mencionen en el texto, los pueblos indígenas seguiremos luchando para que nuestros derechos sean reconocidos una vez que la implementación del Acuerdo de París se lleve a cabo en nuestros países”, advirtió Ole Simel.
Fotos: Tebtebba / CHIRAPAQ.