ONU desarrollará pautas sobre consentimiento libre, previo e informado en iniciativas para la conservación y gestión sostenible de los bosques.
Líderes indígenas se reunieron ayer con representantes de ONU-REDD para dialogar sobre los avances en su política a favor de dichos pueblos, así como para recoger nuevas preocupaciones relacionadas a la implementación de este programa. El diálogo se realizó en el marco de la Cumbre de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, denominada COP18, que se desarrolla en Doha, Catar.
ONU-REDD es una iniciativa de la Organización de Naciones Unidas para ayudar a la Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación REDD. El Programa se inició en septiembre de 2008 para ayudar a los países en desarrollo a construir las estrategias nacionales de REDD.
Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación de los Bosques REDD es un esfuerzo para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero e invertir en proyectos de bajo carbono para el desarrollo sostenible.
Los representantes de ONU-REDD anunciaron la conformación de un equipo que desarrollará directrices sobre el consentimiento libre, previo e informado, de acuerdo al Artículo 19 de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas.
De esta manera se espera contar con un mecanismo efectivo que mejore la participación indígena en los procesos preparatorios para implementar mecanismos de REDD+ para la conservación, la gestión sostenible de los bosques y aumento de las reservas forestales de carbono.
Los representantes indígenas reconocieron el liderazgo de ONU-REDD por incluir las preocupaciones de los pueblos indígenas, así como para promover las salvaguardas o garantías necesarias acordadas por los países, para asegurar el respeto por los derechos de las mujeres y los pueblos indígenas en este proceso.
Asimismo, instaron a que los fondos donados a los países no sean utilizados para desplazar a los pueblos indígenas de sus propios territorios, demandando además la articulación entre las políticas establecidas por el Banco Mundial y ONU-REDD.
También solicitaron el acceder directamente a los fondos para desarrollar iniciativas indígenas de protección de tierras.
ONU-REDD reconoció que la aplicación de las salvaguardas es un reto para cada país, ya que cada uno tiene un nivel de relacionamiento distinto con los pueblos indígenas. Los funcionarios aseguraron que para ello han desarrollado un sistema de seguimiento y monitoreo muy estricto. En este programa, el Perú figura como país observador.