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8 marzo, 2023

Mujer awajún se gradúa con beca de la universidad y pide apostar por educación de niñas indígenas

Orfelinda Shunta Santiak es la única mujer entre una decena de jóvenes indígenas que obtuvieron beca de la asociación CHIRAPAQ para concluir su tesis.

Foto: Luisenrrique Becerra Velarde / CHIRAPAQ

Orfelinda Shunta Santiak aprendió de su madre a sembrar plátano y yuca. De su tía los secretos de la cerámica en barro, y de su familia y comunidad la lengua Awajún y la cultura que encierra. Pero su padre era consciente de la precaria educación en la Comunidad Nativa Belén y decidió enviarla lejos, hasta el distrito de Nieva en Loreto. Aquí aprendió a hablar el castellano con fluidez a los once años.

Concluida la secundaria, comienza a trabajar como obrera en una plantación de palma aceitera. Ahorró suficiente dinero para viajar a la ciudad de Iquitos para postular a la universidad. “Los primeros semestres mis notas fueron bajas. Acá en la ciudad la tecnología es avanzada y me costó aprender a usarla para hacer mis investigaciones”, explica.

A inicios de diciembre, Orfelinda Shunta Santiak se recibió a los 26 años como licenciada en educación inicial en la Universidad Nacional de la Amazonía Peruana (UNAP). Ella pudo financiar la investigación de su tesis gracias al apoyo de la beca CHIRAPAQ, la única en el Perú orientada a que jóvenes indígenas puedan concluir sus carreras universitarias.

Investigación en pandemia

Inspirada en su propia historia y los obstáculos que tuvo que superar para acceder y permanecer en la universidad, enfoca su investigación en cómo la pandemia del COVID-19 afectó a los estudiantes indígenas a nivel emocional y en su rendimiento académico. “No todos tenían celular y laptop para recibir clases virtuales. La mayoría no tenía suficientes alimentos”, recuerda.

Encuestó a ochenta jóvenes estudiantes indígenas de las Facultades de Ciencias de la Educación y Humanidades, todos miembros de OEPIAP, la Organización de Estudiantes de los Pueblos Indígenas de la Amazonía Peruana, a la que ella también pertenecía. La investigación probó que, ante la adversidad, los alumnos indígenas cuentan con un alto nivel de inteligencia emocional y desarrollan estrategias para mantener un alto promedio.

“Siempre entre los compañeros indígenas nos apoyamos. Si a uno le falta dinero para sus pasajes o materiales, otro le presta”, explica. Ella espera poder compartir sus hallazgos con otros docentes de educación con miras a que sean conscientes sobre la difícil situación que enfrentan los alumnos indígenas y puedan ayudarles a navegar los retos que implica la educación universitaria.

Sobre la beca CHIRAPAQ

Desde el 2019, la asociación CHIRAPAQ y la ONG alemana Pan para el Mundo financian a estudiantes indígenas de la Universidad Nacional de la Amazonía Peruana (UNAP) a fin de que puedan obtener su título profesional. Esta iniciativa se realiza en alianza con la organización de Estudiantes de los Pueblos Indígenas de la Amazonía Peruana (OEPIAP).

Gracias a este apoyo en 2022, Roldán Dunú Tumi Dësi se convirtió en el primer indígena Matsés en graduarse como antropólogo. Lo siguieron, Bremen Gabriel Aricari del pueblo Kukama y Edgar Peas García del pueblo Achuar, ambos jóvenes científicos indígenas que se graduaron como ingeniero agrónomo e ingeniero en ecología de bosques tropicales, respectivamente.

Orfelinda Shunta Santiak es la única mujer entre una decena de jóvenes indígenas de diferentes etnias que logró acceder a esta subvención educativa.

Sobre el Pueblo Awajún

Los Awajún, los Wampis, Achuar, Shuar y Candoshi, pertenecen a la familia etnolingüística Jibaro-Jíbaro que, junto a la familia Arawak (Asháninka, Ashéninka, Matsiguenga y Nomatsiguenga), son las de mayor población. Se estima que la población Jíbaro-Jíbaro está por encima de los 50 mil habitantes.

La historia de los Awajún es una historia épica, de resistencia. Se enfrentaron a los ejércitos incaicos y a la invasión española defendiendo sus territorios ancestrales, su lengua, su cultura y sus raíces identitarias.

Son también conocidos por una de sus prácticas rituales, la reducción de las cabezas de sus enemigos. Cabezas reducidas que ellos llaman Tsansa.
Sus saberes, sus prácticas, sus cosmologías y cosmovisiones son una de las más ricas entre los pueblos indígenas amazónicos. La diosa Nugkui, es la diosa de la cultura. Ajútap, es el sabio guerrero defensor del pueblo Awajún y Bikut, es el filósofo y maestro que ha establecido las reglas de la convivencia y la armonía entre los hombres y mujeres y la Madre Naturaleza.

Actualmente el pueblo Awajún atraviesa por uno de los momentos más críticos de su historia. Las actividades extractivas, explotación aurífera, tala forestal, actividades hidrocarburíferas y otras son una amenaza para su salud y su vida, además de enfermedades y la violencia social.