Lograr un pleno compromiso de los Estados para eliminar las violencias contra las niñas y mujeres indígenas es el principal punto de agenda del movimiento de mujeres indígenas que participa en la 62° Sesión de la Comisión para la Condición Jurídica y Social de la Mujer – CSW62, que se desarrolla en la sede de las Naciones Unidas, en Nueva York.
Para las mujeres indígenas, un futuro sin violencia se relaciona directamente con el ejercicio pleno de sus derechos, como el acceso a información y educación, el acceso a la justicia, la salud sexual y reproductiva, el empoderamiento económico y la protección de sus territorios ancestrales.
“Creo que es necesario mirar 40 años atrás, cuando intentamos abrir puertas cerradas. En el movimiento de mujeres, pensamos que lo más importante era educarnos, informarnos y formarnos, porque así desarrollamos nuestra conciencia de derechos, de sujetas de derechos”, señaló Tarcila Rivera Zea, fundadora de CHIRAPAQ, Centro de Culturas Indígenas del Perú.
Durante la inauguración de CSW62, Rivera Zea compartió un diálogo intergeneracional de mujeres rurales con Purity Soinato Oiyie, joven masai de Kenia, ante un público conformado por las autoridades mundiales en temas de equidad de género.
Purity compartió con el auditorio su historia: siendo niña tuvo que huir de su familia, que quería someterla a la mutilación genital femenina y al matrimonio forzado. Viviendo en un centro de rescate, logró ser la primera joven de su comunidad en entrar a la universidad y completar su formación superior. Hoy es un ejemplo de vida para las niñas masai.
CSW62 tiene como tema principal el empoderamiento de niñas y mujeres rurales. CHIRAPAQ, Centro de Culturas Indígenas, participa en este proceso para asegurar que las voces de las mujeres indígenas sean incluidas en los acuerdos globales sobre igualdad de género. Haz clic en este enlace para revisar la declaración de CHIRAPAQ previa a la sesión.