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12 agosto, 2016

#NiUnaMenos: ¿Por qué marchamos las mujeres indígenas?

Las mujeres indígenas enfrentamos diversas formas de violencia. CHIRAPAQ también se hará presente este sábado en la marcha ¡Ni Una Menos!

Los recientes casos de violencia brutal contra mujeres han despertado la indignación generalizada de la sociedad peruana, que participará masivamente en la marcha #NiUnaMenos este sábado 13 de agosto desde las 3 p.m. El punto de concentración es el Campo de Marte.

Los colectivos y organizaciones que convocan a la marcha señalan que la violencia de género no es un problema coyuntural sino estructural. En el Perú, esto se materializa en altos índices de violencia física, psicológica y sexual que sufren las mujeres, muchas veces por parte de hombres con quienes tienen una relación directa (pareja, padre, otros familiares).

CHIRAPAQ considera que las mujeres indígenas se enfrentan a una triple discriminación: por ser indígenas, por ser mujeres y por vivir en situaciones de pobreza. Estas violencias están estrechamente ligadas, se fomentan unas a las otras y afectan gravemente el ejercicio de derechos plenos, individuales y colectivos, de las mujeres indígenas, limitando sus capacidades y perspectivas de vida digna.

La realidad social indica que las mujeres en general encuentran restricciones en el ejercicio del poder en espacios de decisión, el reconocimiento de su aporte económico y social, la representación política, el acceso a la educación y la justicia, así como la decisión soberana sobre sus vidas y sus cuerpos.

Las mujeres indígenas, en particular, enfrentan adicionalmente de manera cotidiana la discriminación racista en el acceso y cobertura educativa y de salud, en el acceso al empleo y en el trato negativo de su imagen en los medios masivos de comunicación (por ejemplo, la representación racista en La Paisana Jacinta).

A ello se suman los problemas amparados por las políticas de Estado, como la proliferación de industrias extractivas, la inseguridad territorial y la contaminación ambiental, que afectan especialmente a la salud reproductiva de las mujeres indígenas, poniendo además en claro riesgo la seguridad alimentaria y la crianza saludable de sus hijas e hijos.

CHIRAPAQ reconoce el machismo y las violencias que subsisten en las comunidades indígenas, como consecuencia de una larga historia de marginación y desprecio. Sin embargo, también busca rescatar cosmovisiones donde las relaciones entre géneros se sustentan en la dualidad, la complementariedad, el equilibrio y la armonía a partir de la comprensión y el respeto mutuo.

En su acompañamiento al movimiento indígena en el Perú y a nivel internacional, CHIRAPAQ promueve espacios de articulación y empoderamiento de las mujeres y jóvenes indígenas, insertando temas de género en las agendas indígenas. Asimismo, ejecuta iniciativas para lograr su empoderamiento económico y la revaloración de sus conocimientos en la agricultura sostenible y la cultura alimentaria.

Es por estos motivos que CHIRAPAQ también dice: ¡Ni una menos!

NiUnaMenosChirapaq