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7 junio, 2012

Indultan a aymara presa por abandono de su hijo

Mujer indígena que extravió a su hijo en el campo fue condenada a 12 años de cárcel. Denunció que policía no le prestó ayuda para encontrar al menor, cuyo cadáver fue encontrado tres días después.

Santiago de Chile, 07 junio (Diario Cambio 21).- El caso de Gabriela Blas condenada por abandono de hijo con resultado de muerte ha sido extremadamente dramático, por lo cual la rebaja de pena dada por el mandatario resulta no del todo alentadora ya que debe continuar un año más en prisión con posibilidades de algún beneficio.

El caso de la pastora aymara que fue condenada a 12 años de cárcel por el abandono con resultado de muerte de su hijo de 3 años en el altiplano chileno, recibió una reducción de su sentencia, lo que le permitirá salir en libertad el próximo año. Sin embargo, podría optar a beneficios que adelantarían su liberación, como salidas dominicales entre otros.

Cuando el presidente Sebastián Piñera visitó Arica, hace algunos días, la pastora Gabriela Blas fue informada por sus defensores de un decreto de indulto presidencial que establece una reducción de su condena de 12 a 6 años de cárcel. Por su parte, el mandatario declinó referirse a esta medida. Sin embargo, días después entrevistado por la televisión afirmó que no había dado el indulto total para no contradecir la decisión de la justicia.

Cabe señalar que en diciembre próximo la mujer cumplirá cinco años de reclusión en la cárcel de Acha, en Arica, por lo que recuperaría su libertad el próximo año. Sin embargo, por buena conducta y debido a este indulto, Gabriela Blas podrá optar a beneficios que le permitirían salir en libertad antes de que finalice este 2012.

Este caso se remonta al 27 de junio de 2007 en los alrededores del volcán Tacora, donde Gabriela Blas pastoreaba llamas y alpacas en el altiplano chileno. Ese día ninguno de sus familiares pudo cuidar a su hijo, por lo cual lo cargó en su «aguayo» (manta) y lo llevó a su faena.

Cuando atardecía, Gabriela Blas notó que dos de los animales se habían retrasado por lo que regresó por ellos, dejando a su hijo abrigado en un sitio protegido del viento. Al volver el pequeño había desaparecido y su cadáver fue encontrado dos años despues.

Atropello a los derechos humanos

Frente a este indulto, Cambio21 conversó con la abogada de la Fundación Humanas, Catalina Lagos, que apoya a Gabriela, y señaló que junto al Observatorio Ciudadano «presentamos una denuncia ante el sistema Interamericano de Derechos Humanos por este caso; si bien valoramos la reducción de pena que se hizo a través del indulto, lo que esperábamos era una remisión total de la pena, es decir un perdón total».

«Evidentemente valoramos que de 12 años se haya reducido a 6 años, es una reducción importante pero en el entendido de que ella es una mujer que extravió a su hijo, que le ocurrió un accidente terrible, no es una persona que cometió un delito. A ella se le debió haber perdonado la pena. Esa es nuestra opinión al respecto».

Lagos señala además que «el indulto lo solicitó Gabriela personalmente, porque de acuerdo a la ley ese es el procedimiento que se debe seguir. Es decir, el interesado para obtener un indulto debe solicitarlo personalmente. Y este indulto además fue apoyada por mucha gente».

El principal impulsor fue el diputado Orlando Vargas (PPD) y también participan con mucha fuerza las organizaciones indígenas, las comunidades aymaras y muchas figuras que participaron en el proceso de hacer lobby.

Por último, la abogada al ser consultada sobre este indulto que fue el primero de Piñera y si quedaron conformes con ello, señala que «a nuestra manera de ver, constituye un reconocimiento de la responsabilidad que tiene el aparato del Estado respecto de las violaciones a los derechos humanos que le han ocurrido a Gabriela y el reconocimiento de las vulneraciones de derechos que ha sufrido a lo largo de su vida, especialmente desde que extravió a su hijo y comienza a estar en un estado de vulnerabilidad. Sufre atropellos a sus derechos humanos, detención ilegal durante 7 días, prisión preventiva en condición de aislamiento durante 5 meses, una sentencia por parte de quienes no consideran su especificidad cultural y que no apelan al convenio 169 de la OIT, que utilizan estereotipos de género para construir el fallo».

Mientras que el diputado Vargas indicó que, si bien el indulto -que se encuentra en Contraloría para su toma de razón- consiste en un indulto conmutativo de rebaja de pena, permite el principal objetivo de las organizaciones aymaras y de derechos humanos; «la libertad de Gabriela».

«A mi modo de ver, Gabriela Blas fue mal condenada», indicó el parlamentario, razón por la cual, dijo, «impulsé con ahínco la posibilidad de que el Presidente Piñera acogiera la solicitud de indulto». Por tal motivo, agradeció al ministerio de Justicia y a su equipo jurídico, así como al equipo jurídico del Presidente, «que tomaran como de ellos esta gestión tan sentida por el mundo andino».

«La obtención del indulto de Gabriela es el logro de muchos», declaró finalmente el legislador, destacando en esta solicitud a las múltiples organizaciones civiles, aymaras, pueblos originarios, tanto de Chile como del extranjero, así como de los diputados, particularmente de los que conforman la comisión de Zonas Extremas, que creyeron, dijo, «que la petición de este indulto era una demanda justa».

Gabriela: «Tuve que dejar a mi hijo para buscar la llama que se quedó atrás»

Por su parte, Gabriela Blas tras enterarse de su indulto señaló que «yo dejé a mi hijo, pero no con malas intenciones, sino que en ese lugar no había peligro. Si yo pierdo un animal a mí también me descuentan y por eso yo tuve que dejar a mi hijo, para buscar la llama que se quedó atrás. Después cuando yo regresé no lo encontré a mi hijo y lo busqué harto, pero nunca apareció, no lo encontré», manifestó a TVN desde la cárcel de Acha en Arica, donde cumple su sentencia.

La mujer fue detenida cuando pidió ayuda a Carabineros de la localidad de General Alcérreca. «La verdad no me escucharon, no me entendieron y no tuve ayuda», explicó, acción que llevó a su comparecencia a tribunales y luego a su encausamiento. Gabriela habla escaso español por lo que no se dio a entender adecuadamente.

Por su parte, el abogado de la indultada, Víctor Providel, explicó que en este caso hubo dos juicios. En primera instancia por el tribunal penal de Arica, que fue anulado por la Corte de Apelaciones de Arica, y luego otro en el que se le condenó nuevamente, aumentando de 10 años un día a 12 años. Dos hechos destacan en el juicio: primero, no recibió el apoyo de un traductor como especifica la ley y, segundo, permaneció más de tres años en prisión preventiva, convirtiéndose en el imputado que más tiempo ha estado en esa situación en el nuevo sistema procesal penal.

«Ahí estimamos que el sistema judicial enfrentado a un conflicto de interculturalidad, a un choque de dos visiones culturales sobre un mismo hecho, de alguna manera evidenció no estar preparado para este tipo de conflictos penales».

Para ser el primer indulto del presidente, da la sensación de que no se cumplió con las expectativas, ya que frente al drama vivido por Gabriela, lo lógico hubiese sido que le otorgara el perdón total y no que tenga que seguir en la cárcel, claramente entonces, puede ser visto como un indulto con letra chica.

Foto: Libertad para Gabriela.