Educación sexual integral y mejor atención en salud sexual y reproductiva, sin discriminación, es la propuesta de las jóvenes indígenas peruanas para reducir los embarazos adolescentes y los casos de violencia sexual en las comunidades indígenas de los Andes y la Amazonía.
Esta es la propuesta de las jóvenes indígenas peruanas que participan en la Tercera Conferencia Regional de Población y Desarrollo, organizada por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) con el propósito de revisar los avances de los países de la región en la aplicación del Consenso de Montevideo.
Las jóvenes indígenas presentes en la conferencia vienen de las regiones Ayacucho, Puno y Ucayali, y se encuentran articuladas a la Red de Organizaciones de Jóvenes Indígenas del Perú (REOJIP) y a la Comisión de la Niñez y Juventud Indígena del Enlace Continental de las Mujeres Indígenas de las Américas (ECMIA).
El Consenso de Montevideo, adoptado en 2013, es el acuerdo regional más importante para orientar las políticas públicas sobre población y desarrollo sostenible, entre ellas la promoción de los derechos de niños, niñas y jóvenes, la igualdad de género y el combate al racismo y la discriminación.
Salud sexual y reproductiva, sin discriminación
En su declaración, las jóvenes alertaron que, según la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES), 13 de cada 100 mujeres entre los 15 y 19 años han sido madres o están embarazadas. Las regiones con mayor cantidad de madres adolescentes son aquellas con alta población indígena, como Loreto, Amazonas, Ucayali, Cajamarca y Ayacucho.
La situación se agrava debido a que muchas comunidades indígenas no cuentan con centros de salud cercanos y, si los hay, a menudo el personal trata a las adolescentes de forma discriminatoria. “Cuando una va a atenderse en el Centro de Salud no hay privacidad, vamos a pedir métodos anticonceptivos y cuando salimos todo el pueblo se ha enterado. Esta situación nos desanima de acudir a los servicios”, expresaron las jóvenes.
Por otro lado, las jóvenes indígenas advirtieron que muchos casos de adolescentes indígenas embarazadas se deben a la violencia sexual. “En nuestros pueblos cuesta mucho reconocer el daño que ocasionan las diversas formas de violencia sexual; así como, identificar los casos de violación sexual, embarazo y maternidad forzada como algo grave”, señalaron.
Por estos motivos, las jóvenes extendieron al Estado peruano las siguientes propuestas, tomando en cuenta las medidas acordadas en el Consenso de Montevideo:
– Revisar e implementar una política de salud sexual y salud reproductiva dirigida a niñas, niños y jóvenes, tomando en cuenta las voces de las y los jóvenes indígenas organizados para que esta política cuente con pertenencia cultural diversa.
– Garantizar la educación sexual integral, con enfoque de género e intercultural.
– Desagregar datos sobre la atención a la salud sexual y salud reproductiva diferenciando la población por grupo étnico y grupos etarios.
– Promover que las y los jóvenes indígenas participen en los espacios de toma de decisiones que impliquen decisiones sobre sus derechos sexuales y derechos reproductivos.
Pueden leer el posicionamiento de las jóvenes indígenas a continuación: