La Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW, por sus siglas en inglés), el órgano intergubernamental más importante que aborda la igualdad de género en el mundo, terminó su 65º período de sesiones el pasado viernes con el compromiso de “promover y proteger los derechos de las mujeres y niñas indígenas abordando las múltiples e interseccionales formas de discriminación y barreras que enfrentan, incluida la violencia”, tal como señala el documento preliminar de conclusiones acordadas difundido por ONU Mujeres.
Con el objetivo de fortalecer la voz de las mujeres y no dejar a nadie atrás en la vida pública, el documento, que será suscrito por los Estados miembros de la ONU, expresa el compromiso de “asegurar su empoderamiento y participación efectiva en los procesos de toma de decisiones a todos los niveles y en todos los ámbitos, y eliminar barreras legales para su participación plena, igualitaria y efectiva en los asuntos políticos, económicos, sociales y vida cultural”.
Según la activista, Tarcila Rivera Zea, el documento se limita a respaldar las demandas que las mujeres indígenas alcanzaron a los Estados desde la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, celebrada en Beijing en 1995, y suscripción de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, documento adoptado por los Estado Miembros de la ONU que desde entonces ha marcado un norte en la construcción de programas y políticas públicas sobre la igualdad de género y los derechos de la mujer.
Un informe sobre los avances, brechas y desafíos identificados por las mujeres indígenas desde la adopción de la Plataforma de Acción de Beijing revela que, 25 años después y pese a la existencia de leyes nacionales y menciones específicas a las mujeres indígenas en instrumentos de derechos humanos y desarrollo, “las brechas entre población indígena y no indígena se mantienen y las mujeres indígenas continúan acumulando desventajas”.
El estudio publicado por el Foro Internacional de Mujeres Indígenas (FIMI), el Enlace Continental de Mujeres Indígenas de las Américas (ECMIA) y CHIRAPAQ Centro de Culturas Indígenas del Perú, revela que las mujeres indígena son criminalizadas y asesinadas por defender sus territorios y que la presión de las industrias extractivas las obliga a migrar. Esto las expone a otras múltiples formas de violencia, como la explotación sexual y laboral. Para las lideresas que participaron en la CSW65 esta realidad aún no es abordada en todo su dimensión por los Estados.
Las declaraciones elevadas a la Comisión por la asociación CHIRAPAQ de Perú y por el ECMIA a nivel de las Américas recomendaron a los Estados impulsar la creación de políticas públicas específicas para erradicar y prevenir integralmente la violencia política que afecta a las mujeres indígenas, promover su participación efectiva en la vida pública y garantizar que las instituciones del Estado respondan a sus realidades.
Barreras para ser escuchadas
La pandemia por el coronavirus obligó a que las mujeres indígenas participen de forma virtual en las sesiones, siendo la brecha de conectividad en sus territorios una de las mayores dificultades para asegurar su participación efectiva. A ello se sumó el que la mayoría de documentos informativos y en discusión estén disponibles sólo en inglés.
Otra barrera evidenciada por las mujeres indígenas fue la escasa participación y representatividad durante todas las sesiones. “A pesar de muchos esfuerzos, las mujeres indígenas seguimos subrepresentadas en los espacios de decisión y en algunos casos, somos invisibles. Lo más importante de estos escenarios internacionales es que nos permiten, a la sociedad civil y a las organizaciones, crear oportunidades de información, discusión, compartir experiencias y elaborar propuestas articuladas”, reflexionó Rivera Zea.
Pese a las dificultades, las lideresas del Enlace Continental de Mujeres Indígenas de las Américas (ECMIA) destacaron la voluntad de algunos Estados para dialogar con ellas. Marcela Guerrero, Ministra de la Condición de la Mujer de Costa Rica, destacó en su encuentro con ellas que el futuro de los países debe ser construido en alianza y de la mano con las organizaciones indígenas. “Desde el punto de vista de nuestro trabajo estamos dispuestas a reconocer estas diversidades y estas interseccionalidades», declaró.
Jóvenes indígenas en el escenario mundial
Seguido a la CSW65, se llevó a cabo El Foro Generación Igualdad en México.Este fue organizado de forma conjunta por ONU Mujeres y los Gobiernos de México y Francia para renovar los esfuerzos y generar mayores compromisos para la implementación de la Plataforma de Acción de Beijing.l En este espacio, las jóvenes lideresas de la Comisión de Niñez y Juventud del ECMIA alzaron sus voces por el reconocimiento de sus derechos.
Elvira Ayuuk, joven Mixe de México e integrante de la Comisión, declaró en la inauguración de esta cita que la pandemia por coronavirus acentuó aún más la violencia de género y los feminicidios a nivel mundial. “Las niñas deberían estar cargando sueños, no ataúdes”, expresó en una declaración que se volvió viral en las redes sociales.
La participación sostenida del movimiento de mujeres indígenas en las sesiones de este órgano internacional intergubernamental nuevamente han obligado a que los Estados replanteen sus estrategias para luchar contra las inequidades de género y la violencia, a fin de considerar las realidades particulares de las más de 28 millones de mujeres indígenas en América Latina.